Lejos están las banderas y fanatismo detrás de este análisis acerca de la reciente campaña desarrollada a través del sitio web SPORTS VS: www.sportsvs.com. No se pretende favorecer o perjudicar los equipos de fútbol en cuestión, ya que quiero creer que ninguno de ellos tiene algo que ver con el objetivo de esta iniciativa.
Para adentrarnos en el tema, la campaña buscó hacer un conteo de quién tiene más hinchas: Nacional o Peñarol / Peñarol o Nacional. Para ello se creó un sitio web donde el usuario, a través del ingreso de su nombre completo y cédula de identidad, podía certificar que es hincha del cuadro de sus amores.
Los resultados que se arrojaron, previo chequeo de registros y confirmación de datos ingresados, fueron presentados como certeros y 100% válidos por diversas personas y medios de comunicación.
A simple vista todo parece legal, formal, serio e imparcial, pero como sabemos Internet presenta varias falencias para determinadas cuestiones: trampas y anonimato que el medio nos brinda más allá de toda buena voluntad y transparencia de los organizadores.
En este caso, plantear al escrutinio y su resultado como certeros es algo ridículo. El método utilizado carece de toda validez, por la simple razón de que cualquier persona puede registrar la cantidad de usuarios que le apetezca sin el verdadero consentimiento de ellos. No me refiero a usuarios falsos, ya que estos son fácilmente detectables al corroborar nombre y número de documento de identidad, sino al ingreso de personas jurídicas ("reales") en el sistema, que sencillamente no son hinchas del equipo al que fueron vinculadas.
Ahora la pregunta es, ¿cómo alguien puede conseguir datos 100% reales sobre personas jurídicas? Muy fácil, basta con disponer de una base de datos o planilla, algo con lo que cuenta cualquier empresa o negocio, o simplemente registrar personas de las cuales conocemos sus datos (familiares, amigos, compañeros de trabajo, etc.).
Hipótesis: ¿Qué pasaría si le ganáramos de mano a nuestro fanático hermano y lo registráramos como hincha del clásico rival?
No queda duda de que otorgarle credibilidad a la votación sería infantil. Estamos ante una confrontación que evoca grandes pasiones, por ende muchos hinchas son como siempre capaces de hacer cualquier cosa para ganar.
Como conclusión, se debe tomar como una encuesta entretenida que no busca más que hacer creer a los hinchas que hay una dura disputa en juego. Quedan totalmente fuera de lugar comentarios de periodistas, hinchas y dirigentes que presentaron la campaña como una verdadera investigación.
Para adentrarnos en el tema, la campaña buscó hacer un conteo de quién tiene más hinchas: Nacional o Peñarol / Peñarol o Nacional. Para ello se creó un sitio web donde el usuario, a través del ingreso de su nombre completo y cédula de identidad, podía certificar que es hincha del cuadro de sus amores.
Los resultados que se arrojaron, previo chequeo de registros y confirmación de datos ingresados, fueron presentados como certeros y 100% válidos por diversas personas y medios de comunicación.
A simple vista todo parece legal, formal, serio e imparcial, pero como sabemos Internet presenta varias falencias para determinadas cuestiones: trampas y anonimato que el medio nos brinda más allá de toda buena voluntad y transparencia de los organizadores.
En este caso, plantear al escrutinio y su resultado como certeros es algo ridículo. El método utilizado carece de toda validez, por la simple razón de que cualquier persona puede registrar la cantidad de usuarios que le apetezca sin el verdadero consentimiento de ellos. No me refiero a usuarios falsos, ya que estos son fácilmente detectables al corroborar nombre y número de documento de identidad, sino al ingreso de personas jurídicas ("reales") en el sistema, que sencillamente no son hinchas del equipo al que fueron vinculadas.
Ahora la pregunta es, ¿cómo alguien puede conseguir datos 100% reales sobre personas jurídicas? Muy fácil, basta con disponer de una base de datos o planilla, algo con lo que cuenta cualquier empresa o negocio, o simplemente registrar personas de las cuales conocemos sus datos (familiares, amigos, compañeros de trabajo, etc.).
Hipótesis: ¿Qué pasaría si le ganáramos de mano a nuestro fanático hermano y lo registráramos como hincha del clásico rival?
No queda duda de que otorgarle credibilidad a la votación sería infantil. Estamos ante una confrontación que evoca grandes pasiones, por ende muchos hinchas son como siempre capaces de hacer cualquier cosa para ganar.
Como conclusión, se debe tomar como una encuesta entretenida que no busca más que hacer creer a los hinchas que hay una dura disputa en juego. Quedan totalmente fuera de lugar comentarios de periodistas, hinchas y dirigentes que presentaron la campaña como una verdadera investigación.
