Muchas personas me han comentado la movida que hubo entorno a esta comunidad cervecera uruguaya: Patricieros - www.patricieros.com.uy. Digo “hubo” porque como puede verse, el sitio web sigue igual desde hace varios meses. No se actualiza en cuanto a propuestas, y todo indica que simplemente va a mantenerse como otra de las cientos de comunidades virtuales. El tiempo dirá si seguirá en carrera o no ante tanta competencia.
Pero el tema que voy a tratar se remonta a sus inicios, más precisamente hacia mediados del año 2008. La idea de la red social era atraer público mediante el incentivo de regalos. Todos los usuarios que se registraran e invitaran “amigos” a la comunidad, obtendrían un incremento en su porcentaje de nivel de fanatismo Patriciero, para así como recompensa obtener mayor cantidad de regalos.
0%: de 1 a 10 amigos: 1 tarjeta de membresía. (No conozco a nadie que se la hayan otorgado)
25%: de 11 a 20 amigos: 1 remera y 2 entradas para cine Movie Center.
50%: de 21 a 30 amigos: 1 banderín para auto y 1 casillero de cerveza o equivalente.
75%: de 31 a 80 amigos: 1 balconera, 2 fundas Patricia Long Neck, 1 remera y 1 vaso.
100%: más de 81 amigos: 80 destapadores, 80 posavasos, 60 litros de cerveza y 1 glaciar en préstamo por 1 día.
Como decía claramente en su reglamento, cada porcentaje equivalía a la obtención de determinados premios. Hasta ahí la propuesta parecía interesante, pero se olvidaron de lo más importante y fundamental para llevar a cabo este tipo de iniciativas con premios de por medio: sentido común, orden y definición correcta de los términos (en este caso todo brilla por su ausencia).
En ningún lado se definía qué significa “amigo”, es decir si se trata de persona jurídica o virtual (por ejemplo en la red social Facebook podemos tener "amigos", pero estos no tienen que ser necesariamente personas jurídicas). Como consecuencia cualquier usuario podía inventar registros de amigos patricieros, que fuera de la comunidad virtual obviamente no existían. Es irónico ya que prácticamente en el mismo período, la marca difundió en los medios una publicidad donde un joven discutía con otro, argumentando que lo virtual es intangible y por tanto inexistente.
Inevitablemente muchos usuarios, con el objetivo de hacerse acreedores de interesantes premios, llegaron a los porcentajes más altos de fanatismo en tan solo un par de horas. Producto de esto, la entrega y stock de los regalos colapsó cuando la empresa parecía no estar preparada para semejante demanda.
La consecuencia no sólo se vio a la hora de canjear y retirar los artículos en los stands (en la capital se encontraban en los shopping center de Punta Carretas, Portones y Montevideo), sino también en la falta total de organización y coordinación.
Además de que gran parte de la gente que se encontraba allí había generado cientos de "amigos patricieros" falsos para ganar, también se hallaba con la situación de que una vez obtenidos los premios, el registro del retiro quedaba únicamente constatando en una planilla muy improvisada por una pareja de promotoras (no muy vivaces por cierto). Por ende, luego de ser realizado el procedimiento con cédula en mano, ¡la persona podía ir hasta otro de los shopping center restantes y realizar de nuevo el canje de premios!
Realmente no hay palabras para definir la incapacidad de los que organizaron la promoción. No sólo no se percataron de que debía existir una comunicación entre los diversos centros de distribución de premios (en el siglo XXI es muy fácil), sino que además los responsables de gestionar la seguridad y eficiencia del sitio web, parecen no haber tenido una mínima noción de lo que hacían.
En el mejor de los casos, quizás muchos pensemos que todo esto ya es cosa del pasado, y que lo que se hizo valió lo suficiente para que la agencia Punto Ogilvy se llevará un premio por esta campaña. Pero no se olviden de algo bastante importante, ¿qué pasa con todos esos usuarios falsos que ahora andan flotando en la comunidad? ¿Podemos decir que se ha creado la primera comunidad fantasma?
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